miércoles, 23 de noviembre de 2011

UNA MIRADA HACIA ATRÁS

Algunos de los objetos más cotidianos del hogar han sino creados hace muchos años; vemos algunos ejemplos:

Cemento: En la Antigua Grecia en el siglo I a.C. Cuando se empezaron a usar las tobas volcánicas, fueron los primeros cementos naturales. Con el tiempo se fue innovando hasta que en 1845, Isaac Johnos obtiene el primer prototipo de cemento moderno.

Ladrillo: Utilizado como elemento de construcción desde hace unos once mil años. Los primeros en utilizarlos fueron los agricultores del neolítico en el 9.500 a.C. Sumerios y babilonios lo utilizaban para reforzar murallas


Ordenador: Fue creado en 1939, en estados Unidos.
Partcipó en la creación Charles Babbge, George Boole, Alan Turning, Howard Aiken, John Atanasoff, Mauchly y Eckert,y Von Neumann.


Plástico: En 1860, en Estados Unidos. John Wesley Hyatt hizo un prototipo de plástico. Hasta llegar al plástico actual intervinieron Leo Hendrink Baekeland y herman Staudinger.


Seda: En China sobre el año XXVII a.C. El emperador Amarillo Huan Di empezó a criar gusanos de seda.


Hilo: En el 10.000 a.C. Los arqueólogos encontraron entre los restos de los primeros homosapiens agujas de coser hechas a base de hueso, así que se deducen que ya sabía usar hilo y aguja para coser.

Vidrio: Egipcios y mesopotámicos ya lo utilizaban en el año 2500 a.C.

Gafas: Se atribuye a un fraile italiano Alessandro della Spina, allá por el siglo XIII.


Madera: los homínidos fueron los que primero la usaron.


Corcho: El autor se llama Dom perignon en el siglo XVIII, en Francia.

Cuero: En el siglo III a.C por los romanos.

domingo, 13 de noviembre de 2011

IGLESIA ROMÁNICA

En el siglo XI comenzaron las peregrinaciones en Europa, y se fue desenvolviendo un estilo artístico que recibe el nombre de Románico y será el más representativo de la baja Edad Media.


Las Iglesias románicas eran lugares de peregrinación y contaban con galerías laterales donde los peregrinos podían descansar. Eran construídas en piedra, con una planta en forma de cruz latina semejante al cuerpo de Cristo en la cruz. El lugar donde se cruzaban los dos brazos era el llamado crucero, cubierto normalmente con una cúpula alzada sobre un cimborrio. El brazo mayor normalmente se dividía en naves, una central de mayor tamaño y dos naves laterales que se prolongaban por detrás del altar mayor formando la girola o deambulatorio, por donde podían transitar los fieles. La nave transversal que cruzaba la nave principal (los brazos de Cristo) era el transepto.

En la cabecera de la nave principal estaba el ábside con forma abovedada y semicircular, donde se encontraba el altar mayor y el presbiterio.

Para dar consistencia al edificio se levantaron bóvedas de cañón sostenidas sobre gruesos muros y pilares, y que se unían por arcos de medio punto o de circunferencia, que caracterizan el arte románico. Destacan como elementos de la estructura de la bóveda de cañón los arcos fajones, visibles desde el exterior de la bóveda y que se apoyan en los pilares laterales que sostienen la cubierta, a modo de prolongación; sus extensiones se transmiten al exterior mediante contrafuertes que reforzaban los anchos muros pegándolos por la parte exterior.

Cuando las bóvedas de cañón se cruzaban perpendicularmente formaban la bóveda de arista, que por su facilidad de construcción se extendió en el arte románico.





domingo, 6 de noviembre de 2011

DIARIO DE UNA CAMPESINA

Mi nombre es Alba, y vivo en un pueblo llamado Aquisgrán ; soy la esposa de un humilde siervo de la gleba, que trabaja en una casa de labranza para un convento, más bien un monasterio, porque allí no hay autenticas monjas sino mujeres nobles que no han conseguido un marido y que han aportado su herencia.
Catedral de Aquisgrán

Mi casa es humilde, está hecha por postes, tablas y paredes de mimbre con una capa de barro. El techo está cubierto de hierbas, cañas y carrizos, que son muy abundantes. En medio hay un hueco para que pase el humo del hogar, y el suelo es tierra apisonada. Ahora estamos solos, nuestros hijos ya viven con sus familias….
Mi casa

Mi esposo trabaja de sol a sol en la casa, cultivando las tierras. Tiene que arar, sembrar, recolectar, trillar, y ahora debe ir al molino y pagar a la institución la molienda. El alivio que supone no moler a mano tenemos que pagarlo a la institución. Un día que mi marido fue a llevar el trigo para moler uno de los monjes le contó que desde finales del siglo IV se construyeron más fundaciones con el objetivo de difundir la vida espiritual entre la población. Hizo amistad con él y le explicaba cómo era la vida en el monsterio; el edificio principal es la Iglesia, la comunidad cuenta con jardín y fuente, donde los monjes meditan, tiene biblioteca y allí se guardan libros que nadie podía coger excepto el abad y unos pocos privilegiados. Consta de cocina, dormitorios, receptorios, enfermería, y sala capitular; las monjas rezan varias veces al día. Disponen de huertos y granjas donde trabajan los campesinos y los monjes trabajan como sastres, zapateros, tejedores, carpinteros o albañiles. Una frase que decía mucho el abad era: “Ora et labora".
Molino

 En el cultivo de la tierra mi esposo le echa semillas en invierno, otra parte cultivo de verano y una tercera que descansa todo el año sirve de pasto al ganado; aunque las cosechas son escasas, en nuestra huerta hay coles, guisantes, judías y algunas verduras y cebada para los caballos del gobernador. El trabajo es duro porque sólo podemos permitirnos hoces pequeñas y la institución nos cede un arado de hierro con tres ruedas, tirado por seis u ocho bueyes. Espero que este invierno no sea tan lluvioso como el pasado, que la tierra no se podía arar de blanda que estaba; no quiero pensar en el hambre que pasamos.
Arado tirado por bueyes

Acabo de recordar la llegada al pueblo de Juan, un albañil procedente de Estrasburgo en busca de trabajo y alojamiento. Trabajaba en la construcción de una catedral, y el invierno obligaba a parar las obras.
 Catedral de Estrasburgo

 Nos contaba que allí vivía en barracas, una especie de taller y albergue. Allí convivía con los canteros, verdaderos artistas. También con los herreros, que mantenían en pie la catedral. Les ayudaban los peones que transportaban los materiales y los cordeleros. Sus historias eran increíbles y aunque trabajaban duramente descansaban los domingos y festivos, que algunos aprovechaban, los muy pícaros, para verse a escondidas con mujeres de vida alegre, lo cual estaba terminantemente prohibido por el gremio, que sancionaba con la expulsión deshonrada de la obra. Parece que el gremio de los canteros es el más importante, porque se preocupan de la seguridad en las obras, cuida de los que caen enfermos o tienen un accidente, incluso se ocupan de los gastos de bodas o entierros; y tienen en consideración como si fueran ellos mismos al resto de los trabajadores.
También nos contó que las catedrales son lugares de peregrinación y cuentan con galerías laterales donde los peregrinos pueden descansar. Son construídas en piedra, con una planta en forma de cruz latina semejante al cuerpo de Cristo en la cruz. El lugar donde se cruzan los dos brazos es el llamado crucero, cubierto normalmente con una cúpula alzada sobre un cimborrio. El brazo mayor normalmente se divide en naves, una central de mayor tamaño y dos naves laterales que se prolongan por detrás del altar mayor formando la girola o deambulatorio, por donde pueden transitar los fieles. La nave transversal que cruza la nave principal (los brazos de Cristo) es el transepto.

En la cabecera de la nave principal está el ábside con forma abovedada y semicircular, donde se encuentra el altar mayor y el presbiterio.

Para dar consistencia al edificio se levantan bóvedas de cañón sostenidas sobre gruesos muros y pilares, y que se unen por arcos de medio punto o de circunferencia, que caracterizan el arte románico. Destacan como elementos de la estructura de la bóveda de cañón los arcos fajones, visibles desde el exterior de la bóveda y que se apoyan en los pilares laterales que sostienen la cubierta, a modo de prolongación; sus extensiones se transmiten al exterior mediante contrafuertes que refuerzan los anchos muros pegándolos por la parte exterior.

Cuando las bóvedas de cañón se cruzan perpendicularmente forman la bóveda de arista, que por su facilidad de construcción se extendió en el arte románico.

 Canteros    


Mi trabajo también es duro y mis días transcurren lavando, zurciendo, guisando y ordeñando las vacas. Además ayudo en la siembra y en la recolección de las cosechas. Nuestra única diversión es la matanza en otoño, para tener grasa y carne durante el invierno; ese día celebramos una gran fiesta comiendo y bebiendo en abundancia.
Me distrae los días de mercado porque llega gente de distintos lugares, comerciantes con productos de sus pueblos: cántaros de barro, platos de madera, cuchillos, paños y mantas. Nosotros también vendemos huevos, frutas, cochinillos y jabón. Así, conseguimos algún dinero para los tiempos de las vacas flacas. En esos días se bebe y se juega mucho, por eso el gobernador castiga con dureza a aquel que se atreve a hurtar, bueno robar en secreto.
Mercado


Estos días ha llegado al pueblo Martín, un caballero del séquito de un noble sajón y muy aventurero. Se ha alojado en nuestra casa y nos cuenta que va de peregrinación a Santiago en lugar de su señor, que fue excomulgado, es decir, apartado de la Iglesia por el Papa, por matar a su vecino en domingo; esta penitencia le permitirá volver a formar parte de la comunidad cristiana. Muchos peregrinos tienen devoción y fe auténticas, éste lo hace con gusto porque además de conseguir el perdón para su señor aprovecha para ver mundo y gana buen dinero. Viaja desde Sajonia a Borgoña y ha parado aquí, en Aquisgrán, para contemplar cómo muestran el vestido que llevó la Virgen María cuando nació Jesús y los pañetes que llevaba en la cruz; para él es un espectáculo… continuará su viaje hacia Atum, Limos, Pamplona, Burgos, León y finalmente Santiago. ¡Sabe tantas cosas este Martín!, nos ha dicho que Compostela significa campo de estrellas. y también nos dijo que la catedral culmina el románico en la península Ibérica,que guarda las reliquias del Apóstol Santiago y que empezó a construirse en el siglo XI. Desde luego en lo que sí parece confiar es en su ángel de la guarda, hasta dice que ha notado su mano protegiéndolo. Puede que crea en Dios, pero no tanto en lo que predican los frailes y los curas sobre el cielo y sobre el infierno; ¿puede ser éste un horno arrojadizo de pecadores condenados para siempre o una serpiente horrible o una enfermedad venenosa? ¿Puede haber un juicio después de la muerte para decidir si vamos al cielo o al infierno?, porque si eso es así, Martín dice que habría que dudar de la misericordia divina.
Catedral de Santiago de Compostela


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